El problema de acceso a Internet en Ecuador no es un problema del Covid-19

Ángel Leonardo Torres
4 min readSep 13, 2020

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Si bien la pandemia puede haber puesto más atención pública en el dilema del acceso a Internet en los ecuatorianos. Cuando los brotes de esta enfermedad se desvezcan o haya una vacuna, el problema no se resolverá. No todo estuvo bien antes de la pandemia, y tampoco estará bien después de la pandemia.

Algunas áreas no tienen acceso a Internet de banda ancha, otras donde la gente en teoría tiene acceso, pero muchos no pueden permitírselo. Ambos están viendo las manifestaciones de la vida real de la llamada “brecha digital”. La brecha es tanto rural como urbana y está ligada tanto al acceso como a la inclusión.

El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) presentó los datos sobre tecnologías de la información y comunicación 2019. Las cifras evidencian que en el país aún existe desigualdad tanto en el acceso a recursos tecnológicos como a servicios. En 2019 el porcentaje de hogares con acceso a Internet a escala nacional alcanzó el 45,5%. Es decir, más de la mitad de familias no cuenta con este servicio. El área con menos cobertura es la rural, alcanzando tan solo el 21,6% de los hogares.

Ahora, la pandemia de coronavirus ha puesto de manifiesto lo crucial que es tener Internet y lo costoso que es estar sin ella. Para millones de niños, significa acceso a una educación. Para muchos trabajadores, significa hacer su trabajo. Para los pacientes, significa hablar con un médico. Así es como accedemos a los servicios gubernamentales, buscamos trabajo, encontramos nuestros hogares y nos mantenemos conectados en nuestra vida cotidiana.

La banda ancha juega un papel en todos los aspectos de la sociedad, la falta de conexión significa una degradación de la calidad de vida; te debilita.

El contexto actual ha hecho que el acceso a Internet en Ecuador sea un tema más urgente que nunca. El problema es dolorosamente obvio y solucionarlo implica comprender cómo llegamos aquí, ver lo que está en juego y, finalmente, afrontar el momento. Hay áreas en Ecuador donde es geográficamente difícil y costoso conseguir banda ancha para los residentes. Pero hacer que Internet llegue a todos no se trata solo de tecnología: es aún más una cuestión de política, una cuestión relacionada con la política. El éxito significará un esfuerzo de varios niveles a nivel local y nacional

“Necesitamos que los legisladores comprendan que la banda ancha es absolutamente esencial para que las personas puedan participar en la sociedad, en la democracia y en la economía, tenemos una brecha digital de la que hemos hablado durante años, pero la amenaza de esta crisis es que se convierta en un abismo digital”.

El Internet de banda ancha en Ecuador no es genial. Es demasiado lento, demasiado caro y no está en todas partes, ni siquiera en las zonas urbanas. Los principales proveedores de telecomunicaciones han sido acusados ​​de “redlining digital”, de discriminar a las comunidades minoritarias y de bajos ingresos. Incluso cuando hay una conexión a Internet decente, a menudo solo hay una opción para un proveedor, y los clientes quedan a cargo de los caprichos de ese proveedor.

El problema es, en parte, que gran parte de la infraestructura de Internet del país se ha dejado en manos del sector privado, un escenario atípico en relación con otros servicios que requieren una gran infraestructura.

La forma en que funciona es que hay líneas troncales de fibra óptica en Ecuador. Y, desde allí, se ramifican otros cables. La fibra es rápida y tiene una capacidad prácticamente ilimitada, pero también es costosa de instalar, especialmente en la última milla, la última parte de la conexión a una empresa o un hogar. La mayoría de las personas obtienen banda ancha a través de redes de cable coaxial para la última milla, mientras que otras pasan por DSL que se ejecuta en líneas telefónicas de cobre. El primero es lento, el segundo más lento.

Para las empresas de telecomunicaciones privadas llevar Internet a comunidades pequeñas o comunidades que es poco probable o no pueden comprar sus servicios puede no valer la pena la inversión inicial. El incentivo competitivo no existe.

“Los proveedores de servicios de Internet tratan a Internet como una mercancía, como algo con lo que pueden ganar dinero. No lo ven como un servicio público … lo ven como algo que puede expandir sus márgenes de ganancia”

Donde hay una voluntad (política), hay una manera

“Internet es para todos, y la cantidad que puede pagar cada mes, dónde vive o cómo se verá su hogar no debe tener nada que ver con si tiene la capacidad de conectarse”

“Creo que Covid-19 ha dejado aún más claro lo importante que es tener acceso a Internet, y eso crea una oportunidad política”

Conseguir que todo el mundo esté conectado a Internet es imposible sin la acción del gobierno a nivel nacional, aunque apenas hay consenso sobre lo que debe suceder exactamente. Algunas propuestas cuestan dinero; Otros no lo hacen.

Si bien una mayor proporción de hogares rurales carece de una suscripción de banda ancha en comparación con los urbanos, en números totales, tres veces más hogares que no se suscriben viven en áreas no rurales. Es por eso que cualquier solución debe centrarse tanto en el acceso como en la asequibilidad, las familias y los niños en el campo y en las ciudades.

La gravedad de la brecha digital en Ecuador no es nueva, pero la urgencia que se ha hecho antes, para llevar electricidad a las zonas rurales de Ecuador y que todos deberían tener electricidad accesible y asequible es una obviedad. Es hora de que pensemos en Internet de esa manera también.

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Written by Ángel Leonardo Torres

Todo evolucionana ¿te vas a quedar atras?

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