La privacidad es el producto más premium de Apple
Preservar nuestra identidad se ha convertido en una experiencia premium
Apple se ha estado promocionandose como un protector de la privacidad desde hace años, utilizando su imagen pro-privacidad como una forma de diferenciarse de otras grandes empresas de tecnología.
Apple anunció un montón de cosas geniales en su conferencia de desarrolladores 2019: un nuevo Mac pro, iOS 13 con modo oscuro, una nueva aplicación de fotos y iPadOS con soporte para memoria USB. Sin embargo, Apple estaba vendiendo otra característica para todos nosotros: que el común de todos sus sistemas, servicios y equipos que conforman el ecosistema de Apple, tiene que ver con la privacidad. Es la característica común a todas las novedades, a todos los rincones de sus productos.
La privacidad ha sido una estrategia inteligente para Apple últimamente, que encaja perfectamente con el propio empuje del fabricante de hardware hacia los servicios de Internet y la protesta pública sobre los malos registros de privacidad de Google y Facebook.
“Creemos que la privacidad es un derecho humano fundamental”, proclamó en el escenario Craig Federighi, vicepresidente senior de ingeniería de software de Apple, cuando estaba mostrando una nueva función de inicio de sesión de la aplicación diseñada específicamente para evitar que Facebook y Google rastreen los movimientos de los usuarios de iPhone en sus diferentes aplicaciones.
Apostar por privacidad no es una tarea fácil en los tiempos que corren. Si Apple no tiene cuidado, podría volverse en contra de Apple. Al limitar el acceso a los datos de los usuarios, Apple corre el riesgo de irritar no solo a Google y Facebook, sino a muchos de los miles de desarrolladores más pequeños que crean aplicaciones para sus dispositivos. El movimiento también podría crear involuntariamente la percepción de que Apple está impidiendo la competencia y debe ser restringido.
La privacidad se ha convertido en un lujo; en una encrucijada que está dividiendo a los consumidores en dos tipos diferenciados, en una suerte de clases sociales digitales. Por un lado los que pueden pagar por su privacidad, y por otro los que pagan con su privacidad. Dos bandos diferenciados que determinan, de una forma u otra, qué bienes y servicios te podrás permitir en el futuro. El reflejo digital de la construcción de las sociedades desiguales.
Pero, ¿Por qué Apple puede hacer lo que Facebook y Google no pueden hacer? Seamos honestos: Apple es una corporación, y el objetivo de una corporación es ganar tanto dinero como sea posible. En esta era de gigantes tecnológicos, los datos de los usuarios pueden ser el nuevo oro negro, pero el modelo de negocio de Apple no se basa en la monetización de dicha información. Apple gana cientos de miles de millones cada año al vender productos físicos que tienen un alto margen de beneficio. Facebook y Google, por otro lado, tienen un modelo de negocio basado en anunciantes que desean la mayor cantidad de información posible sobre los usuarios para poder orientarlos mejor. Por esta razón, por ejemplo, Google nunca construiría los tipos de protección contra el rastreo y la privacidad en el sistema operativo Android que Apple ha hecho con MacOS e iOS. Google, y Facebook, no van a cortar su acceso a todo ese oro negro.
Pero eso no quiere decir que Apple no recopile datos de usuario, lo hace; Simplemente lo mantiene al mínimo. De hecho, los dispositivos iOS envían diez veces menos datos a Apple que los dispositivos Android a Google, según investigadores independientes. Y la mayor parte de la información que un dispositivo iOS envía a Apple se confunde con una técnica llamada “Differential Privacy”, que agrega información aleatoria a los datos de un usuario antes de que llegue a Apple, por lo que la compañía no tiene forma de saber que proviene de su dispositivo.
No todos pueden permitirse un iPhone, pero quizás la apuesta de Apple inspire a otros a poner en valor la importancia de los datos de los usuarios.
Cuando paga ese dinero extra por un producto de Apple, no solo está comprando un mejor diseño industrial o una tecnología subyacente más avanzada, sino que está comprando el derecho de mantener más información sobre usted para usted. En una época en la que las violaciones de datos son la norma, la manipulación de datos es un modelo de negocios y la vigilancia corporativa de su vida se encuentra en su punto más alto.
Cambiar la mentalidad del consumidor, para que pondere su derecho de identidad en internet por encima del coste de un servicio, va a ser una tarea complicada para todos aquellos que no basen su modelo de negocio en la alternativa gratuita y recolectora. Y aquellos que juegan a la doble banda de imponer un coste a la vez que se aprovechan de los datos tampoco ayudan. Ni la vanidad propia que nos impulsa a compartir de forma desmedida sin pensar en las consecuencias.